La displasia broncopulmonar es un desarrollo anómalo del tejido pulmonar. Esta enfermedad se caracteriza por la inflamación y la formación de cicatrices en los pulmones. Se desarrolla más frecuentemente en bebés prematuros, que nacen con los pulmones inmaduros.
Por “displasia» se entiende los cambios anómalos que tienen lugar en la estructura y organización de un grupo de células. En la displasia broncopulmonar estos cambios celulares afectan a los bronquíolos (las vías respiratorias más pequeñas) y a los alvéolos pulmonares, dificultando la respiración y provocando problemas en la función pulmonar.
La displasia broncopulmonar al igual que el asma, es una de las enfermedades pulmonares crónicas más frecuentes en la población infantil. Según el National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI), en EE.UU. se dan entre 5.000 y 10.000 casos de displasia broncopulmonar cada año. Los niños con un peso natal extremadamente bajo (menos de 1.000 gramos o de 2,2 libras) tienen un riesgo más elevado de desarrollar esta enfermedad. Aunque la mayoría de estos bebés acaban superando los síntomas conforme van madurando, en contadas ocasiones la displasia broncopulmonar en combinación con otras complicaciones de la prematuridad puede ser mortal.
La mayoría de los casos de displasia broncopulmonar afectan a bebés prematuros; por lo general aquellos que nacen con 34 semanas de gestación o antes y pesan menos de 2.000 gramos. Estos bebés tienen más probabilidades de padecer el denominado síndrome de distress respiratorio del recién nacido (dificultad para respirar), como consecuencia de las lesiones en el tejido pulmonar provocadas por el hecho de haber estado conectado a un respirador durante una cantidad considerable de tiempo.
Los respiradores permiten respirar a aquellos bebés cuyos pulmones son demasiado inmaduros para respirar solos. El oxígeno se suministra a través de un tubito insertado en la tráquea del bebé y se administra a presión para que el aire pueda entrar adecuadamente en pulmones que se encuentros rígidos e inmaduros. En ocasiones, para que los bebés puedan sobrevivir, la concentración del oxígeno suministrado debe ser mayor que la del aire que respiramos normalmente.
Prácticamente la mitad de los bebés que nacen con un peso extremadamente bajo desarrollan alguna forma de síndrome disnea neonatal. Si persisten los síntomas de este síndrome, el trastorno se considerará displasia broncopulmonar en caso de que el bebé dependa del suministro de oxígeno cuando ya hayan transcurrido 36 semanas o más desde su concepción.
La displasia broncopulmonar también se puede desarrollar a partir de otras circunstancias adversas a las que no pueden hacer frente los frágiles pulmones de un recién nacido, como un traumatismo, una neumonía u otras infecciones. Todas estas circunstancias pueden provocar la inflamación y la formación de cicatrices en el tejido pulmonar propias de la displasia broncopulmonar incluso en bebés a término o, muy poco frecuentemente, en bebés de más edad y en niños.
Entre los bebés prematuros con bajo peso natal, los varones de raza blanca parecen tener más probabilidades de desarrollar esta afección por motivos desconocidos para la medicina. La genética también puede desempeñar un papel en algunos casos de displasia broncopulmonar.
Si su hijo necesita que le administren oxígeno en casa, el equipo de profesionales que lleve su caso le enseñará cómo colocarle el tubo y cómo medir sus niveles de oxígeno.
Los niños con síntomas de tipo asmático pueden necesitar broncodilatadores para aliviar las crisis asmáticas. Puede administrarle a su hijo estos medicamentos con un inhalador o nebulizador, que pulveriza el medicamento para que el niño lo pueda inhalar.
Puesto que los bebés con displasia broncopulmonar a veces tienen dificultades para crecer debido a sus problemas respiratorios, es posible que tenga que alimentar a su hijo con una leche artificial hipercalórica. En ocasiones, los bebés con displasia broncopulmonar a quienes les cuesta mucho ganar peso tienen que seguir alimentándose con sonda gástrica en casa.
Los signos de que un bebé puede requerir cuidados médicos inmediatos incluyen:
Fuente:
Kids Health