SALUD NEURONAL

Las enfermedades del cerebro son la principal causa de discapacidad, con un impacto mayor que el provocado por el cáncer o las enfermedades cardiovasculares.

La salud cerebral se ve influida fundamentalmente por los estilos de vida (alimentación, ejercicio, ritmos cardiacos, etc..), el ambiente que nos rodea (exposición a tóxicos, estresores, contacto con la naturaleza, sistemas sanitarios de calidad, etc.…)

El daño que produce el aislamiento social o la influencia de los rasgos de personalidad son otros elementos menos comentados pero que también influyen notablemente en nuestro cerebro.

Las enfermedades neurológicas como el Alzheimer, el Parkinson, la migraña u otras, pueden afectar hasta el 16% de la población y llegar hacer muy limitantes. Las enfermedades neurológicas son responsables del 19% de las muertes que se producen cada año con un aumento significativo en los últimos años.

¿Cómo podemos mejorar nuestra salud cerebral?

• Mantener una sana alimentación: una alimentación balanceada, rica en micronutrientes y alimentos prebióticos y con alimentos antiinflamatorios, ayudará a mantener una microbiota sano y por ende una buena salud general y mental.
• Consumir alimentos ricos en ácidos grasos Omega 3: como el salmón, la sardina, nueces, semillas de lino o chía, vitamina B1, folato (verduras de hoja verde, aguacate, espárragos, frutos rojos, semillas de girasol), vitamina C (frutas cítricas, pimientos, brócoli, fresas, melón, tomates…) magnesio (verduras y hortalizas, frutas, semillas, frutos secos, aves, pescados, cacao), colina (huevos, pescado, aves, nueces, verduras…) y antioxidantes.
• Realizar ejercicios a diario: Los beneficios del ejercicio a nivel físico y emocional, contribuyen a reducir bacterias patógenas y mejorar nuestra respuesta inmunitaria.
• Hábitos de sueño: mantener buenos hábitos de sueño, acostarse y levantarse temprano, cenar pronto, y el uso de pantallas 2 o 3 horas antes de dormir. Esto contribuye al adecuado funcionamiento del sistema endocrino, a la producción de neurotransmisores y a cuidar la salud cerebral.
• Socializar, abrazarnos, reír: realizar actividades y hobbies que nos reconforten aumenta nuestra felicidad y nos brinda placer general.
• Gestionar adecuadamente el estrés: tanto el agudo como el crónico nos ayuda a mantener la calma, evitar la inflamación y mantener las funciones cerebrales en equilibrio.
• Evitar tóxicos ambientales: evitar la exposición a metales pesados, al humo, pesticidas, químicos.
• Mantener el contacto con la naturaleza: es muy importante caminar en medio de la naturaleza, visitar las montañas, disfrutar de espacios que tengan aire puro.

Las alteraciones del sueño son también fenómenos que pueden acompañar a algunas enfermedades neurológicas.

Otro de los factores que incide sobre la salud cerebral y el riesgo de deterioro cognitivo es la propia personalidad, que puede aumentar la tendencia a experimentar depresión o ansiedad. ambas se han relacionado con un mayor riesgo de demencia en edades avanzadas.

La importancia de la “reserva cognitiva”

La reserva cognitiva es una propiedad del cerebro que le permite un funcionamiento mantenido frente a cambios relacionados con la edad y la enfermedad cerebral. Funcionaría como un colchón de seguridad: cuanto mayor es la reserva, más daño debe acumularse en el cerebro para que se manifiesten sus efectos.

“Los estudios muestran que, en general, a mayor nivel de educación hay más reserva cognitiva”. Eso hace que se reduzca el riesgo de sufrir un deterioro cognitivo grave y que, a igual estado de neurodegeneración, los síntomas se manifiesten más tarde. “Sin embargo, una vez aparecen en estas personas, progresan más rápidamente”.

¿De qué depende desarrollar y mantener un cerebro sano?

El concepto salud cerebral engloba aspectos cognitivos y no solo mentales-emocionales. Incorpora la resiliencia porque salud cerebral nos habla de la capacidad que tienen las células y circuitos neuronales para regenerarse y de la capacidad del sistema nervioso para definir nuevos circuitos neuronales que ayudan a desarrollar nuevas capacidades, integrar recursos y aprendizajes.

Esta capacidad del cerebro y las redes neuronales está íntimamente relacionada con la potencia que tenemos los seres humanos para explicarnos las cosas, encontrando significados nuevos y sentido interno a los sucesos externos.

La Salud cerebral se define como el desarrollo y preservación de las redes neuronales según el momento de ciclo de vida. Se destaca que: Un cerebro sano permite que disfrutemos de una vida plena y que nos recuperemos de las experiencias traumáticas, lesiones y enfermedades diversas. Un cerebro sano es la clave para una vida satisfactoria.

Fuente:
Instituto Guttmann