ASMA Y ALERGIAS, ¿HAY CONEXIÓN?

Las alergias y el asma a menudo ocurren juntos. Las mismas sustancias que desencadenan los síntomas de la fiebre del heno (rinitis alérgica), como el polen, los ácaros del polvo y la caspa de los animales domésticos, también pueden provocar los signos y síntomas del asma. En algunas personas, las alergias cutáneas o alimentarias pueden provocar síntomas de asma.

Hasta un 50% de los pacientes asmáticos son alérgicos.

Sin embargo, la alergia respiratoria puede manifestarse en algunos pacientes como cuadros de rinitis y conjuntivitis, y en otros como cuadro de asma bronquial, la cual consiste en una inflamación crónica de las vías respiratorias inferiores.

Otros pacientes tienen ambos cuadros. Se ha demostrado que ambos tipos de patología están relacionados, es decir, un paciente con rinitis mal controlada puede tener mayor dificultad en controlar su asma, agrega el especialista.

Cabe destacar que existe un importante componente genético en las alergias respiratorias, esto es, si tengo familiares de primer grado con alergia, tengo una significativa mayor probabilidad de desarrollarla con los años”, asegura.

¿El asma siempre es causada por alergias?

Aunque el asma alérgica es muy común, existen otros tipos de asma con diferentes tipos de desencadenantes. Para algunas personas, el asma se puede desencadenar por el ejercicio, las infecciones, el aire frío, la enfermedad por reflujo gastroesofágico o el estrés. Muchas personas tienen más de un tipo de asma.

¿Cómo empeoran el asma las alergias?

A mucha gente con asma le empeoran los síntomas cuando está cerca de los alérgenos (los elementos que les provocan reacciones alérgicas). Los alérgenos más frecuentes incluyen los ácaros del polvo, el moho, el polen y la caspa animal.

Si eres alérgico, tu sistema inmunitario reacciona a los alérgenos como si se tratara de un invasor no deseado. Para combatirlo, el sistema inmunitario produce un anticuerpo llamado inmunoglobulina E (IgE). Esta sustancia desencadena un proceso en el cual el cuerpo libera sustancias diseñadas para protegerse. Una de esas sustancias es la histamina. La histamina causa reacciones alérgicas que pueden afectar a los ojos, la nariz, la garganta, la piel y los pulmones.

Cuando se ven afectadas las vías respiratorias, esta sustancia puede causar síntomas de asma (como tos, resuello, respiración sibilante o problemas para respirar).

El cuerpo recuerda esa reacción. Y cada vez que el alérgeno entra en contacto con el cuerpo, vuelve a ocurrir lo mismo. Por este motivo, las alergias pueden hacer que a una persona le cueste mucho mantener su asma bajo control.

Fuente:
Nemours Teens Health