¿QUÉ CUIDADOS TENER DESPUÉS DEL PARTO?

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El puerperio es el período que dura la recuperación completa del aparato reproductor después del parto; comienza después del alumbramiento del bebé y finaliza cuando el cuerpo de la madre ha retornado a su estado anterior al embarazo. Este período suele durar de seis a ocho semanas.

En este período la madre experimenta diferentes cambios emocionales y físicos; es por esto que requiere cuidarse mucho para recuperar sus fuerzas. En el proceso de cuidado debe de incluirse: cuidados médicos, buen descanso, una buena nutrición, apoyo de sus familiares en las primeras semanas.

Lo anterior es fundamental ya que de acuerdo con estudios realizados por la OMS (Organización Mundial de la Salud) una de cada seis mujeres que dan a luz presentan depresión postparto. Esta, es una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas.

Cuidados Médicos:

  • Monitoreo de signos vitales como presión arterial, temperatura, frecuencia respiratoria y frecuencia cardiaca la cual debe realizarse por el personal de salud y es por ello la importancia de la asistencia por parte de la mujer su pareja y él bebe a las revisiones que se realizan a los 7 y a los 30 días después del parto.
  • El profesional médico también revisará el proceso de contracciones del útero y su regreso al tamaño anterior al embarazo.
  • Es importante estar pendiente de la presencia y cantidad de los denominados loquios. Los loquios son un fluido vaginal que se expulsa en los días posteriores al parto. Está compuesto por sangre y desechos de tejidos de las paredes uterinas y su forma es parecida a la de la menstruación y suele durar unas dos semanas, en las que irá cambiando de color y reduciendo su cantidad hasta desaparecer por completo. Si no están presentes significa que se están reteniendo y esto puede llevar a complicaciones médicas, por ello es importante que estés atenta a la evolución de este proceso. Así también si el fluido se presenta como una hemorragia persistente o tiene mal olor. En estos casos debes acudir al médico lo más pronto posible.
  • Vigilar el estado de la episiotomía para identificar si hay enrojecimiento, inflamación, supuración, mal olor, etc.
  • Administrar u ofrecer analgésicos comunes (acetaminofén o ibuprofeno) para aliviar el dolor musculo esquelético o si hubiese dolor leve en el área pélvica o dolor de cabeza.

Los cuidados después de una cesárea son los mismos que un puerperio normal, con la diferencia que se agregan los cuidados médicos entorno a la herida quirúrgica, los cuales son:

  • Curación y limpieza de la herida diariamente con agua y jabón antiséptico (no usar yodo ni alcohol), tomar los antibióticos y analgésicos prescritos por el médico, según los horarios y días establecidos.
  • Asistir a la cita estimada para evaluación.
  • Acudir a la unidad de salud para el retiro de los puntos quirúrgicos según los días estimados. Que pueden ser entre 8 a 12 días, si se ha realizado una sutura no absorbible.
  • Vigilar por signos de alarma como: calor, rubor, inflamación o supuración en el sitio quirúrgico, fiebre, separación de los puntos de la herida o dolor muy intenso.
  • Fomentar el movimiento, con ejercicio limitado.

Es muy importante tomar en cuenta que se debe acudir al médico de inmediato, si presentas fiebre de más de 38 grados, aumento de la presión arterial, dolor intenso de cabeza, mareos, vista nublada, dificultad para respirar o dolor y endurecimiento de los pechos. Estos síntomas requieren atención médica de inmediato, sin importar si el parto se realizó de forma natural o quirúrgica.

Buen Descanso:

Un recién nacido típico se despierta aproximadamente cada tres horas y necesita que lo alimenten, lo cambien y lo consuelen. En especial si es su primer bebé, los padres, principalmente la madre, pueden sentir un cansancio abrumador. Si bien lo más seguro es que durante varios meses no pueda tener ocho horas seguidas de sueño, las sugerencias que se detallan a continuación pueden ser útiles para descubrir distintas maneras de poder descansar más en esta etapa.

  • En las primeras semanas, es importante que la madre cuente con personas de apoyo que la releven de toda otra responsabilidad que no sea la de alimentar al bebé y de cuidarse ella misma.
  • Duerma cuando el bebé duerma. Esto puede significar solo algunos minutos de descanso varias veces al día, pero estos minutos pueden ir sumando.
  • Ahorre pasos y tiempo. Tenga la cuna del bebé cerca de su cama para alimentarlo durante las noches.
  • Muchos nuevos padres disfrutan las visitas de amigos y familiares, pero las madres no deberían sentirse obligadas a atenderlos. No tenga inconvenientes en disculparse para ir a tomar una siesta o alimentar al bebé.
  • Salga de la casa unos minutos todos los días. Puede empezar a caminar y a hacer ejercicios de posparto, siempre de acuerdo con las recomendaciones de su médico.
  • Luego de las dos a tres primeras semanas, comience a utilizar un biberón con leche materna para alimentar al bebé ocasionalmente durante la noche. De esta manera, otra persona puede alimentar al bebé y usted puede tener períodos más prolongados de sueño ininterrumpido.

Nutrición:

El cuerpo de una madre sufre muchos cambios durante el embarazo, así como también durante el nacimiento de su bebé. Necesita restablecerse y recuperarse del embarazo y del alumbramiento. Además del descanso, todas las madres necesitan seguir una dieta saludable para favorecer el restablecimiento y la recuperación.

El peso que se aumentó en el embarazo sirve como reserva para la recuperación y la lactancia. Luego del parto, todas las madres necesitan una nutrición continua para poder estar sanas y activas, y poder cuidar a su bebé. Por lo tanto, es fundamental planear comidas simples y saludables que incluyan:

  • Granos. Los alimentos elaborados con trigo, arroz, avena, harina de maíz, cebada u otro grano de cereal son productos de grano. Los ejemplos incluyen trigo integral, arroz integral y avena.
  • Vegetales. Varíe sus verduras. Escoja una variedad de vegetales, entre ellos, los de color verde oscuro y naranja, las legumbres (chícharos y frijoles) y los vegetales que contengan almidón.
  • Frutas. Cualquier fruta o jugo de fruta 100% natural forma parte del grupo de frutas. Las frutas pueden ser frescas, enlatadas, congeladas o deshidratadas, y pueden comerse enteras, cortadas o en puré.
  • Productos lácteos. Los productos de la leche y muchos alimentos elaborados con leche se consideran parte de este grupo de alimentos. Concéntrese en productos libres de grasa o bajos en grasa, así como en los que sean ricos en calcio.
  • Proteínas. Consuma proteínas bajas en grasa. Escoja las carnes magras o de bajo contenido graso y la carne de ave. Varíe su rutina proteica: escoja más pescado, nueces, semillas y frijoles.

El ejercicio y la actividad física diaria también deben formar parte de un plan de dieta saludable.

Aunque la mayoría de las madres desean perder el peso que aumentaron en el embarazo, las dietas drásticas y la pérdida rápida de peso pueden ser peligrosas para su salud y su bebé, si lo está amamantando. Una madre puede tardar varios meses para perder el peso que aumentó durante el embarazo. Esto se puede lograr eliminando los bocadillos ricos en grasas y concentrándose en una dieta que incluya una gran cantidad de verduras y frutas frescas, balanceada con proteínas y carbohidratos.

Apoyo para los nuevos padres:

Tanto los padres primerizos como los experimentados pronto se dan cuenta de que los bebés requieren mucho trabajo. Satisfacer las necesidades constantes de un recién nacido implica tiempo y energía, y a menudo esto aleja a los padres de otras responsabilidades en el hogar.
Aunque muchos padres se las arreglan bien solos, contar con alguien que los ayude con las tareas domésticas generalmente hace que la adaptación al nuevo bebé sea más fácil. Los padres pueden concentrarse en las necesidades de la madre y el bebé, en lugar de poner su atención en el lavado de la ropa o los platos.

Los ayudantes pueden ser familiares, amigos o bien se puede contratar a un asistente a domicilio. Un miembro de la familia, como puede ser una abuela o tía del recién nacido, quizá pueda quedarse algunos días o más. Los asistentes a domicilio ofrecen una variedad de servicios, desde cuidados de enfermería para la nueva mamá y el bebé hasta los quehaceres domésticos y el cuidado de otros niños.

Fuente:
Stanford Medicine
Fundación de Waal

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