La tos es la expulsión repentina y con fuerza del aire de los pulmones. Es una de las causas más frecuente de consulta al médico. La función de la tos es eliminar material de las vías respiratorias y proteger a los pulmones de partículas inhaladas. La tos puede ser voluntaria o espontánea.
Existen varios tipos de tos. La tos puede caracterizarse como seca o productiva, con expectoración de sangre o esputos (también llamados flemas). El esputo es una mezcla de mucosidad y células expulsadas por los pulmones. Puede ser transparente, amarillento, verdoso o con trazos de sangre.
Cuando la tos es muy intensa, puede producir una distensión de los músculos o de los cartílagos costales causando dolor torácico, especialmente con la respiración, los movimientos, o la tos repetida. La tos puede ser muy molesta y distorsionar el sueño. Sin embargo, si la tos va aumentando de forma lenta y progresiva durante décadas, como en el caso de los fumadores, es posible que el paciente apenas le preste atención.
No todos los casos de tos necesitan una valoración médica inmediata. La siguiente información puede ser útil a la hora de decidir cuándo es necesaria la valoración por parte de un médico, así como para saber qué puede esperarse durante esa valoración.
En el paciente con tos, ciertos síntomas y características son motivo de preocupación. Entre estos factores se incluyen los siguientes:
La tos crónica es la que perdura más de 3 semanas, esta puede causarse por numerosas enfermedades que para identificarse deben de realizarse múltiples pruebas, pero lo primero es consultar un Neumólogo:
Las enfermedades más frecuentes que la causan son:
Fuente:
Centro Médico Respirar
Clinica de Navarra