La EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) es una enfermedad pulmonar grave que, con el tiempo, hace que resulte difícil respirar. Puede que también haya oído que a la EPOC se la llama con otros nombres, como enfisema o bronquitis crónica. En las personas que tienen EPOC, las vías respiratorias (los tubos que llevan el aire hacia adentro y afuera de los pulmones) están parcialmente bloqueadas, lo que dificulta la entrada y salida de aire. También puede que los alvéolos de los pulmones pierdan su elasticidad y su forma.
Si la EPOC es grave, la falta de aire y otros síntomas pueden interferir, incluso con las actividades más básicas, tales como hacer tareas domésticas livianas, caminar, e incluso bañarse y vestirse.
Hay dos formas principales de EPOC:
Bronquitis crónica, la cual implica una tos prolongada con moco
Enfisema, el cual implica un daño a los pulmones con el tiempo
La mayoría de las personas con EPOC tienen una combinación de ambas afecciones.
La causa principal de la EPOC es el tabaquismo. Cuanto más fume una persona, mayor probabilidad tendrá de desarrollar EPOC. Pero algunas personas fuman por años y nunca padecen esta enfermedad.
Otros factores de riesgo para la EPOC son:
Los síntomas pueden incluir cualquiera de los siguientes:
El mejor examen para la EPOC es una prueba de la función pulmonar llamada espirometría. Esta consiste en soplar con tanta fuerza como se pueda dentro de una máquina pequeña que evalúa la capacidad pulmonar. Los resultados se pueden analizar inmediatamente.
Usar un estetoscopio para auscultar los pulmones también puede servir. Sin embargo, algunas veces los pulmones suenan normales incluso cuando una persona tiene EPOC.
Las imágenes de los pulmones como radiografías y tomografías computarizadas, pueden ser útiles. Los pulmones pueden parecer normales incluso cuando una persona tiene EPOC cuando se usa una radiografía del tórax. Una tomografía computarizada normalmente muestra señales de EPOC.
A veces, un examen de sangre llamado gasometría arterial se puede llevar a cabo para medir las cantidades de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre.
No hay ninguna cura para la EPOC. Sin embargo, hay muchas medidas que se pueden tomar para aliviar los síntomas e impedir que la enfermedad empeore.
Si fuma, ahora es el momento de dejar el cigarrillo. Esta es la mejor manera de reducir el daño pulmonar.
Los medicamentos empleados para tratar la EPOC incluyen:
En casos graves o durante reagudizaciones, es posible que sea necesario recibir:
La oxigenoterapia en el hogar puede ser necesaria si usted tiene un nivel bajo de oxígeno en la sangre.
La rehabilitación pulmonar no cura la EPOC. Sin embargo, puede enseñarle a inhalar de una manera diferente de forma tal que pueda permanecer activo y sentirse mejor.
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